Déjala ir Ya suena el poema en todos los árboles de este lugar Tu mente madura y permite que veas en la oscuridad Y lejos de aquella habitante del fuego debemos andar El hecho de verte abrazando esa pena es que fue de verdad Y lo recordarás Remonta ya Y reniega de un mundo de falsos profetas Esto es real Lo sé porque vengo del don de la sangre que emana al luchar. Vigía hasta su último aliento recuerda el precio a pagar La fuerza a entregar Y esta ceremonia salvaje hermano, la haremos real