Mi madre es un poema de blanca cabellera Que tiene a flor de labios un gesto de perdón Cuando tras larga ausencia regreso, ella me espera Me abraza como a un niño, me besa con pasión Mi madre es pequeñita, igual que una violeta Lo dulce está en su alma, el llanto, en el adiós Es dueña de mis sueños, aunque no soy poeta Los versos a mi madre me los inspira Dios Qué linda que es mi madre, qué suerte es tenerla Qué dichoso al verla feliz en el hogar Radiante de alegría Al lado de sus hijos Cuidando sus nietitos Qué santa que es mi madre Bendícela, sí, bendícela, Señor Mi madre es una rosa de pétalos ajados Que guarda su perfume muy junto al corazón Viviendo nuestra angustia, no sé lo que ha llorado Por eso al mencionarla me embargo de emoción Mi madre es como un cromo de mágica paleta Canción, dolor, ternura, de todo hay en su voz Es dueña de mis sueños, aunque no soy poeta Los versos a mi madre me los inspira Dios Qué linda que es mi madre, qué suerte es tenerla Qué dichoso al verla feliz en el hogar