Por una tumba vacía y un Cristo resucitado A vivir en esta vida estoy determinado Para decir lo que siento, Llevo razones conmigo Mis pecados con su sangre, Los borro mi buen amigo Oh muerte yo seré tu muerte! Sepulcro yo tu aguijón! Jerusalén fue testigo, cuando la tumba se abrió Aquella tumba vacía, abrió un sendero divino Adorar al Rey de reyes, será siempre mi destino Regresar de donde vine, para mi es mejor si muero En las buenas y en las malas mi Jesús será primero Oh muerte yo seré tu muerte! Sepulcro yo tu aguijón! Jerusalén fue testigo, cuando la tumba se abrió