Te encontré sin esperarte por la capital. Imposible no mirarte con tu vanidad. Se abre la noche y es para mí. Subo a tu coche, vamos donde quieras ir. De ese amor no queda nada te escuche decir. Colecciono madrugadas sin poder dormir. Nunca seremos tal para cual, Pero podemos hacernos bien entre tanto mal. Fuiste la magdalena, curaste todas mis penas Sin pedirme nada a cambio ni una estrofa de canción Yo fui la calavera flameando en una bandera Que brillaba en la tormenta y sonreía Y acá me vez toda Todavía Acudimos por San Telmo, a la Catedral No buscamos nada nuevo, y fuimos por más Se abre la noche, y es para mi Subo a tu coche, vamos donde quieras ir.