Tras cristales tu mirada, esa herencia te tocó llevar. En tus ojos reflejabas nuevos miedos para consolar. Y que aprendí, y que enseñar, Mi deseo a la moneda y a tu fuente de felicidad. Sale el sol cuando te nombro para amanecer Y llevándote en mis hombros nos elevamos para ver El más allá, el siempre aquí, Las partidas los retornos que es hablar y que es decir Hubo quien te arropaba en la oscuridad y Hoy te ve desafiar las noches con voz de mujer. Y algún día en la fortuna que te tocará vivir , Asomado tras la luna te escuchemos repetir. Y que enseñar y que aprendí, Mi deseo a la moneda y a tu fuente Para ser feliz. ser feliz, ser feliz...