Recuerdo la ocasión Que de una alcantarilla, salió un dragón; Yo lo escupí tres veces, le hablé de su jefa y le di un pisotón. Él se lanzó furioso tratando de asarme con su hocico de neón. Yo le aventé unos dengues, le metí una zancadilla y le di un pisotón, sí. A la vuelta de la esquina una nube apestosa me atrapó. Era una nube de smog que en un cero odioso se convirtió. Yo estaba sacado de onda, tembloroso y bien confuso. Cuando del miedo, un pedote fue lo que Dios me dispuso Y del boquete que abrió Hasta salí hablando en ruso. En las aventuras en el Distrito Federal. La otra vez tomé un camión que jugaba las carreras allá por Revolución. Estaba lleno de ratas que sacaban la cartera y las almas de volón. El camión mataba gente les tronaba la cabeza pa' saciar su diversión. El chofer era un chacal que comía la masa gris de los muertos en cuestión, sí. Fui al cine de medianoche y me violaron tres mujeres en la esquina de un rincón. Me regalaron hierba, sus teléfonos, pastillas y hasta dos litros de ron. Y en mitad del celuloide, cuando la gente babeaba viendo la parte mejor, Que llegaron los panchitos, y al grito de los apaches, el desmadre que se armó, sí. Luego fueron los pitufos, y en el bote me amaneció. En las aventuras en el Distrito Federal Ya me voy y me voy a Tepoztlán, pa' ser más espiritual. Ahí nos vemos, mi hermano, no sé qué tienen mis ojos que ya veo a puro animal. Me siento medio loco, paranoico, esquizoide, supersónico y demás. Luego traigo a tu hermana, espero que en este iris no te vayas a enojar aquí... En las aventuras en el Distrito Federal En el Dendritus Hiederal...