Ya ves ya ves mi tierna avecilla que cojia prisionera Será preciso que sepas Que desde hoy en adelante vas a ser mi compañera Cantando como cantabas, perdida entre la malesa A orillas de un arroyuelo y en el fondo de una arboleda No te dejes avecilla agobiar por la tristeza No te dejes avecilla agobiar por la tristeza Yo cuidaré de que nunca te falte lo que apatezcas Tendrás el agua más pura y la semilla más fresca Yo llevo en el alma una amargura, dolorosa espina que me mata Y es que tu partida me tortura, y en silencio lloro mi dolor Fuiste tu mi fe y mi esperanza, meta de mis sueños juveniles Eres la ilusión que no se alcanza, eres tú la dueña de mi amor Quiera Dios que vuelvas algún día, para poner fin a mi tormento Sólo tu regreso calmaria, ya que por tu ausencia me lamento Vuelve pronto, vuelve amada mía Para así calmar este sufrir Si señor