Usted, señora, se enredó En unas redes de sol Y viví penando hasta que el cielo abrió El viento norte no me achufó Y miraba a otro lado usted sin ver Que me moría de amor No la culpo, señora ¿Quién podía creer tanta locura? Y ahora usted duerme Y no dejo de mirar Sus ojos de menta Y la boca que, hasta recién Me hizo olvidar tanto penar Y miraba a otro lado, usted, sin ver Que me moría de amor No la culpo, señora ¿Quién podía creer tanta locura? No hago más que cantarle cada hora y fracción Esta, mi confesión ♪ Y ahora usted duerme Y no dejo de mirar Sus ojos de menta Y la boca que, hasta recién Me hizo olvidar tanto penar Y me encuentro cantando a absurda media voz Esta, mi confesión de amor Y me encuentro cantando como un gil esta canción Que la canté cuarenta veces en Hong Kong ¿Hong Kong?, ¿qué, estuviste en Hong Kong? Sí, pero no me rimaba, no me rimaba y no me rimaba Y no tenía que terminar No podría pedir el final ahí Perdoname, por favor, por favor Me muero, no puedo hacer las cosas bien