Se fue una noche fría de invierno En el tranvía gris del adiós Cuando una musa, blanca y radiante Vino a llevarse su corazón Con la elegancia de los poetas Tomó su brazo y la acompañó Dejó su boina sobre la mesa Dejó unos versos en un cajón Cien pájaros de luz siguieron su fulgor A un barrio de bohemios y canillas Gorriones de alquitrán trinando su canción De zurda y libertaria convicción Con su veneno de rebeldía Trazó una senda y pintó una flor Desde la sombra de la gayola Desde el destierro y el mostrador Si hasta parece que fuera humana Su pluma luz de la multitud Los literatos y los gambuzas Alzan la copa a su salud El verso del final quedó por escribir Alguna servilleta está esperando Tranquilo Don José, Don Milton Alanís Tu huella, algún murguista va a seguir Talvez en el adiós palpitará Un poco más cansado el corazón Las voces adolecen de pesar Sujetas por un nudo de emoción Las ansias de un futuro primordial Compartiremos mañana El sueño del carnaval otra vez revivirá El pueblo y la soberana El verso del final quedo por escribir Alguna servilleta está esperando Tranquilo Don José, Don Milton Alanís Tu huella, algún murguista va a seguir Tranquilo Don José, Don Milton Alanís Tu huella, algún murguista va a seguir