Olé Vaya Joaquín (vámonos) Lo nuestro duró Lo que duran dos peces de hielo En un whisky on the rocks En vez de fingir O estrellarte una copa de celos Le dio por reír De pronto me vi Como un perro de nadie, ladrando A las puertas del cielo Me dejó un neceser con agravios La miel en los labios Y escarcha en el pelo Tenían razón Mis amantes En eso de que antes el malo era yo Con una excepción Esta vez yo quería quererla, querer Y ella no Así que se fue Me dejó el corazón en los huesos Y yo de rodillas Desde el taxi y haciendo un exceso Me tiró dos besos Uno por mejilla Y regresé (A la maldición del cajón sin su ropa) (A la perdición de los bares de copas) (A las cenicientas de saldo y esquina) Y por esas ventas del Fino La Ina Pagando las cuentas de gente sin alma Que pierde la calma con la cocaína Volviéndome loco (ay, volviendome loco) Derrochando la bolsa y la vida La fui, poco a poco Dando por perdida Y eso que yo Para no agobiar con flores a María Para no asediarla con mi antología De sábanas frías y alcobas vacías Para no comprarla con bisutería Ni ser el fantoche que va en romería Con la cofradía del santo reproche Tanto la quería Que tardé en aprender a olvidarla 19 días Y 500 noches Cuando yo escribí esta canción no existía Ni Facebook ni Twitter ni hashtag ni la puta que los parió Sí que yo llegaba a Corrientes y decía: "¿a qué no saben ustedes lo que dijo la muy pu...?" Y no lo sabían A que ustedes saben lo que dijo la muy pu... Mmm, dijo... Dijo hola y adiós (¡olé!) Y el portazo sonó como un signo De interrogación Sospecho que así Se vengaba, a través del olvido Cupido de mí No, no pido perdón (no pido perdón) ¿Para qué?, si me va a perdonar Porque ya no le importa Siempre tuvo la frente muy alta La lengua muy larga Y la falda muy corta Me abandonó (¡alá!) (Como se abandonan los zapatos viejos) (Destrozó el cristal de mis gafas de lejos) (Sacó del espejo su vivo retrato) (Y fui tan torero por los callejones del juego y el vino) (Que ayer el portero me echó del casino de Torrelodones) Qué pena tan grande (ay, qué pena, qué pena) Negaría el santo sacramento en el mismo momento Cuando me lo mande Y eso que yo Para no agobiar con flores a María Para no asediarla con mi antología De sábanas frías y alcobas vacías Para no comprarla con bisutería Ni ser el fantoche que va en romería Con la cofradía del santo reproche Tanto la quería (ay, tanto la quería) Que tardé en aprender a olvidarla 19 días 19 días 19 días Y 500 noches