Siempre escapé del templo de tu piel Nadie pudo rescatarme. Hermético, jamás me arrepentí y no pedí perdón. Tus ángeles queman ese amargo polvo Y dan sobriedades celestiales. Perdí la fé, su luz me encandiló como a liebre en el camino Tu dogma es cruel, difícil de negar, jamás lo profanás. Rezándole puedo estar y consumiendo una vez más Deidades ideales. Humo de la oscuridad, fuego de la soledad Ojos en la eternidad, tu milagro cegará. Mi sueño gira como un espiral Atraviesa los misterios y es Mal viaje de narcóticos sagrados y ritos ancestrales. Tus ángeles queman ese amargo polvo Y dan sobriedades celestiales. Humo de la oscuridad, fuego de la soledad Ojos en la eternidad, tu milagro cegará.