Cada vez que le nombran Siento más que la rabia Porque sé que las horas Ya no son necesarias. Una vida en la tierra Rodeado de grilletes Eres libre y te encierras Que te ataque la peste. Maravilla la vida Y tú quieres la noche, Ya no sabes que brilla. Eres puro derroche. Si te dejas tirado No eres más que un cobarde, Si escuchas a tarados Es por miedo al combate. Una antigua escritura Que se copia de otras, Posteriores culturas La pusieron de moda Y sin fuerzas aceptas Ese yugo en el cuello, Sigues la falsa meta Y abandonas tu cuerpo. Aprovechas el miedo Que transmite el ingenuo Para decirle que el cielo Es un mundo de ensueño, Y la vida es tormento Y tu cuerpo una jaula, Un desecho imperfecto, Qué mentira más mala. Son esencias marginadas Por un fraude antivital Por el hampa de las hadas, Su vudú a tu libertad. Son almas crucificadas En sus cuerpos de robot, Cuerpos muertos por falacias Bajo el suelo y no en el sol. Mirando desde el monte Encontré el monasterio, Que está lleno de dioses Y de falsos misterios. Yo no miro hacia arriba Porque crea en un dios, Sólo veo en el cielo Cúmulos y estratos. Cuando era pequeño Fui a un colegio de curas En el que me inculcaron Las santas escrituras. Y qué tiene de santo Un libro tan funesto Repleto de mentiras Y valores impuestos. Y ahora miro al pasado, Cuánto me han engañado. No creo en los milagros, Ningún dios a mi lado. El milagro no llega Por más que esté esperando Y esperaré el momento En que arderá tu templo. Maravilla la vida, Un misterio la muerte. Un milagro hoy en día es Que aún sonría la gente. Yo cansado de todo Me dedico a encontrar La verdad en mí mismo, Yo mi dios y nadie más. Son esencias marginadas Por un fraude antivital Por el hampa de las hadas, Su vudú a tu libertad. Son almas crucificadas En sus cuerpos de robot, Cuerpos muertos por falacias Bajo el suelo y no en el sol. Son almas crucificadas En sus cuerpos de robot, Cuerpos muertos por falacias Bajo el suelo y no en el sol.