Rara vez en la ciudad se ve el cielo El infierno nunca lo necesita Pero el día que caíste en mi vida Un relámpago partió el pavimento Arrastraba aquél olor de oficina Y encerraba en la recámara al muerto Mi ventana no era más que hoyo negro Y ese rayo atravesó las cortinas Rara vez en la ciudad se ve el cielo Y al andar con la mirada en el piso Fuiste tú la que rompió aquél hechizo Desde el mundo subterráneo del metro Esa luz artificial, ese brillo Ese cuerpo que me hundí beso a beso Un hotel al fondo del universo Fué el rincón en que encontré el paraíso Y llovió y hasta ví el arcoiris En tu sombra que vino a elevarme Alma y alma se vieron volar Más allá de la ciudad Para atravesarnos... Rara vez en la ciudad se ve el cielo ¿Para qué, si arriba sólo hay vecinos? ¿Para qué, si pueden ser enemigos? ¿Para qué, si está cayéndose el techo? Pero siempre habrá un castillo perdido En lo más contaminado del viento Y contigo yo bendigo el encierro En un cuarto de color conocido Para atravesarnos... Cuarto blanco Donde el amor se alarga Y es tan dulce que amarga; Sobre el cuerpo del deseo deseamos Ya jamás salir de aquí Para atravesarnos Más allá de la ciudad...