Escucha, corazón El eco de su voz Escucha, corazón, está lloviendo Y la lluvia va tejiendo los recuerdos de su amor Qué pena, corazón No es ella ni es su voz Tan solo es la obsesión que me domina El recuerdo que castiga desde su adiós Llueve y un látigo de luz me azota Relámpago de fiebre loca La lluvia sin cesar, golpeando en el cristal Renueva la emoción pérdida Y entre la bruma creo ver su imagen Igual que entonces, diciendo adiós Llueve y el cielo se llenó de sombras Lo mismo que mi corazón Escucha, corazón