Siempre que puedo vuelvo A recorrer el patio de mi infancia Sigilosa asomando la mañana Despierta los sonidos de la casa Su mejor flor el duraznero nos regala Un vendedor la letanía de su canto Salgo corriendo, alguien me llama Y puedo ver mis pies hundidos en el barro La vida que habita en mí La que estrenó el azar La que me lleva En su suave brisa O en la furia de algún temporal Viene de un sueño audaz De un destello fugaz Que se me antoja eterno en el recuerdo Faro tal vez Sembrador de imposibles promesas Siempre que quiero puedo Subir con los ojos de mi abuelo El alto paredón que resguardaba Entre tacuaras todo un mundo de misterio. A veces cuando quiero puedo y vuelvo Me instalo en un almuerzo interminable Una tras otra risas se suceden Canta una niña Nos abraza la tarde La vida que habita en mí La que estrenó el azar La que me lleva En su suave brisa O en la furia de algún temporal Viene de un sueño audaz De un destello fugaz Que se me antoja eterno en el recuerdo Faro tal vez Sembrador de imposibles promesas Faro tal vez Zurcidor de imposibles promesas Faro tu luz Cumplidor de imposibles promesas