Ay, qué laureles tan verdes Qué rosas tan encendidas Si piensas abandonarme Mejor, quítame la vida Alza los ojos a verme Si no estás comprometido Eres mata de algodón Que vives en el capullo Ay, qué tristeza me da Cuando te llenas de orgullo De ver a mi corazón Enredado con el tuyo Eres rosa de Castilla Que solo en mayo se ve Quisiera hacerte un envite Pero, la verdad, no sé Si tienes quien te lo evite Mejor, me separaré ¡Ahí le van los laureles, don Pedro Rivera! Desde Playa Larga, ¡uh! Ahí les va la despedida Chinito de mis quereres La perdición de los hombres Son las benditas mujeres Y aquí se acaban cantando Los versos de los laureles