Preso y confeso salvajes deseos Expuesto dejo al descubierto Mi adicción hacia tu cuerpo Incubo que aguarda inquieto Un descuido de tu cuello Lento el fruto suculento Se convierte en mi alimento Tu boca convoca tus muslos me invocan Desnuda y dispuesta la orquídea entrepierna Que escondes y enseñas Atrevida pero ingenua Licántropos gemidos Violentamente te desnudaré Y mis instintos no controlaré Beber tu sangre y morder tu piel Y devorarte una y otra vez