Al filo de mi ventana, vi salir un sol añil, Arrastrándome hacia despertar. Le pedí que quite el dolor De mi nuca cansada Y despegue mis ojos que se niegan a leer Un pilo de noticias que divulgan el fatal Destino que se traza esta amnésica humanidad. Le pedí: dame un faro, un portal y un candil que alumbre esta marcha; Un trago de ese anís, placebo de esperanza. Pero veo una tras otra las imágenes de dolor, Titulares de sangre y odio como dardos que difunden terror. Sicariato organizado acribillando a mi Ecuador. La policía y su show mediático para salvar a la institución. ¿Pero quién borra la barbarie y las puñaladas en el corazón Que acabaron con madre e hija que daban a animales protección? Como ellas mueren decenas a diario en mi nación, mi ciudad, mi patria. Ante la impunidad, mi voz estalla. Yo grito: ¡basta ya tanta inseguridad! No más familias desgarradas de dolor. No más víctimas de venganza y ambición. No más leyes absurdas ni permisividad. Ante la impunidad, mi voz estalla. Lo pido, lo exijo, lo grito: ¡basta ya tanta inseguridad! No más víctimas de venganza y ambición. No más familias desgarradas de dolor. Quiero creer en un mañana donde brille la justicia y la esperanza. ♪ El sol añil volvió, Aún sigue en mi ventana, Recordándome que hoy también amaneció.