A las dos serán las tres y me da igual, me da igual Dejé de meditar y empecé a llorar Te extraño todo el tiempo un poco más No queda ya nada hermoso en el mundo Tiré todas las cartas que te escribí en papel de armar En la fuente de los deseos incumplidos Me arrodillé sobre los vidrios ante el altar De tu cuerpo envuelto en el mío Recé cuando de tu cuello colgaba ese Cristo Y soñé que era ciego y vos eras ciega conmigo Esto tampoco va a cambiar tu vida Pero espero que te sirva de abrigo Extraño todo lo que no vivimos A las dos serán las tres y me da igual, me da igual Dejé de meditar y empecé a llorar Te extraño todo el tiempo un poco más No queda ya nada hermoso en el mundo Tiré todas las cartas que te escribí en papel de armar En la fuente de los deseos incumplidos Me arrodillé sobre los vidrios ante el altar De tu cuerpo envuelto en el mío Recé cuando de tu cuello colgaba ese Cristo Y soñé que era ciego y vos eras ciega conmigo Esto tampoco va a cambiar tu vida Pero espero que te sirva de abrigo Extraño todo lo que no vivimos