Nos fuimos yendo despacio, Aturdidas golondrinas, Migrando anónimos sueños Por rutas desconocidas. Después nos fuimos juntando, Lamiéndonos las heridas En una noche cerrada Por el centro de la vida. Somos tantos que partimos Que si los años sumamos Somos siglos de cansancio, Sin poder acostumbrarnos. No hay mal que dure cien años Ni pueblo que los aguante, Ni corazón que resista Un destino trashumante. Los hombres que van volviendo Vienen sabiendo la historia, Brutal escuela de tiempo Que siempre tendrá memoria. Ay... de este amor desangrado La más terrible simiente... Ay... de este amor desterrado, De todo mi continente. Hoy escucho las campanas Más brillantes que otros días, Repicando alborozadas, Anunciando bienvenidas. Me ha llegado un olor fresco Como azahar de limonero, Como a tierra remojada, Como a tiempo de regreso... Como a tiempo de regreso