La llaman la pobrecita, Porque esta zamba nació en los ranchos. Con una guitarra, mal encordada, La cantan siempre los tucumanos. Con una guitarra, mal encordada, La cantan siempre los tucumanos. Allá, en los cañaverales, Cuando la noche viene llegando, Por entre los surcos se ven de lejos, Los tucu-tucu de los cigarros. Por entre los surcos se ven de lejos, Los tucu-tucu de los cigarros. Solcito del camino. Lunita de mis pagos; En la pobrecita zamba del surco, Cantan sus penas los tucumanos. Cantan sus penas los tucumanos. Mi zamba no tiene dichas: Sólo pesares tiene el paisano; Con las hilachitas de una esperanza Forman sus sueños los tucumanos. Con las hilachitas de una esperanza Forman sus sueños los tucumanos. Conozco la triste pena De las ausencias y del mal pago. En mi noche larga, prenden sus fuegos Los tucu-tucu del desengaño. En mi noche larga, prenden sus fuegos Los tucu-tucu del desengaño. Solcito del camino. Lunita de mis pagos; En la pobrecita zamba del surco, Cantan sus penas los tucumanos. Cantan sus penas los tucumanos.