No tome más, abuelo, y deje el vino No tome más, tatita, es una pena Que con la fiesta, abuelito, un vecino Vino a esta mesa alegrando nuestras penas No tome más y cuénteme esa historia Del tiempo aquel en que su amor vivía Que yo, esta vez, arrimándome a su silla Lo escucharé quietecito y sin hablar Y el pobre abuelo a mis ruegos Ocultando sus pesares Me hizo sentar junto al fuego Y de este modo me habló Cierra la puerta, la luz apaga Que con las sombras viene mi amor Esa que un día, hace ya tiempo Vistió de luto mi corazón Si vieras vos, qué criolla de ojos negros De altivo andar, risueña y juguetona De blanca tez, cariñosa y comadrona A través de amor florecí con mis recuerdos Si vieras vos con qué ansias la quería Con cuánto amor hicimos nuestro nido Pero una noche, la mano del destino Se la llevó de mi lado, junto a Dios Hoy, que me vencen los años Ya la muerte está en acecho Viejo vencido y mal trecho Oh, siento que la quiero más Ya sabe, nieto, la cruel herida Que en esta vida supe ocultar Así una noche triste y de duelo Mi pobre abuelo me hizo llorar