Dos hijos divinos arrojados a su suerte Vagaban por el río Tíber cuyo dios les proteje Una loba por ellos iba a velar La cuna del nuevo mundo asentará Cuál será este lugar? Las aves auguraban un destino bien dispar Enfrentados, las armas alzaran La ciudad eterna, Roma, fundarán Y los dioses serán testigos De una grandeza sin igual Todo un pueblo fue forjado Una historia, un legado inmortal Remo cayó Y su hermano nombrado Bajo el Palatino Rey soberano Sus flaquezas acecharán Todo enemigo, sucumbirá Arduas batallas tiene que librar La ciudad eterna, resistirá Y los dioses serán testigos De una grandeza sin igual Todo un pueblo fue forjado Una historia, un legado inmortal Tras caer al cielo ascendió Como un dios, él iba a ser De la sangre que brotó Un imperio nació Una tierra a la que temer