Ese señor de las canas, De rostro triste y de mirada cansada, Que en otro tiempo me llevo de la mano, Ayer lo vi. El caminaba sereno, Con paso lento ya muy poco saludaba, De pronto nos vimos de frente, Y el se sonrió conmigo. /Ese señor de las canas, Es mi padre a quien tanto yo quiero, Le pido a Dios que lo guarde Por siempre. Ese señor de las canas, Me dio el corazón sin medidas, El me ama desde que era niño, El es mi padre.\ Rápido pasan los años, Y la juventud muy pronto se acaba, Cuida muy bien de tu viejo, Y tu vivirás por siempre. Hay un ejemplo en la vida, La flor sale y muy pronto se marchita, Honra siempre a tu padre, Y tu vivirás por siempre.