Hoy me he levantado con clavos en la cabeza
Con la apatía y la certeza del diablo que reza
Con las marcas de las rejas en las cejas
Y las viejas cataratas donde mueren añejas parejas
La cadencia del latido se vuelve compleja
Ayer ahogué cuatro musas en la cerveza
Tengo una raja inmensa que me parte el pecho
Y una tos que empieza a atragantarse con el techo
Las heridas supurando bichos
Pulmón estrecho
Estrellas fabricando nichos
Bajo mi lecho
No recuerdo ya lo que te he dicho
Ni lo que he hecho
Para estar buscando en Dioses lo que pertenece al cuerpo
Punzadas se me clavan como flechas
La rutina sigue devorando fechas
Y la química no me consuela
Sabor a hierro
Tengo que seguir viviendo aunque no sé si quiero
Y creo
Que esta bomba que me late no me pertenece
El atardecer se desvanece
Y aparece una silueta de la sombra que me estimula
La industria me sumerge en su mandíbula
No importa lo que rece si mi muerte la enloquece y me desfigura
Huesos se returecen
Es ridícula
La idea de apagarme me enloquece y me desvincula
La noche ya es eterna en mi retícula
Cientos de abejas picándole en el esternón
Vientos que alejan un tiempo mejor
Desde el exilio su grito de auxilio
Cayó en saco roto y la piedra escuchó
Desabrochó su chaleco antibalas
Cemento seco en sus alas
Puso el pestillo a la puerta
Se dio la vuelta y luego saltó
Ella está cansada de esquivar las balas
De miradas que envenenadas trepan ácidas a cimas nunca alcanzadas
Del mar de lágrimas que mezcla páginas
Sin avisar la claridad que renovada
Le mostraba las facturas sin pagar
Deshumanizar el viento
Abrazar el sufrimiento para activar
Finalizar lo que le mata ahora por dentro
Que hay heridas que ni el tiempo puede ya cerrar
(Y es ridículo pensar, buscar vínculos)
Y clavas como espadas carcajadas cínicas de malestar
Es un círculo
Me vi sola
Les di todo
Me vi volar
A otro lugar
Y el malestar
Se disipó
Mi otra mitad
Se dispersó
Para acabar
Lo que empezó
Ella quiere alcanzar la eternidad quemar a sus discípulos
Quiero que esta letra sea símbolo
Sois los responsables de este miserable epílogo
Nada de esto debe ser real
Los días pesan cada vez más
Tus alas se quiebran
Para no volar jamás