En un principio Todo era un caos, Un gran desorden Dentro de la obscuridad, Y no existían Ni sol, ni ocasos, Ni un solo rayo azul de luz lunar... De pronto, un día, Un ave que surcó el espacio Que el hombre había nacido Sin ropas ni testigos Y el tiempo había empezado a caminar... Y así hubo tierras, Mares, palmeras, Y un sol brilló para alumbrar la eternidad. Y al verme triste, Sin compañera, Dios te mandó para curar mi soledad Tú: La única mujer Que de verdad me hace temblar La única mujer Que me aconseja sin hablar Y que comprende mis deseos Y que me enciende con sus dedos La única mujer Que tengo miedo de amar... La única mujer Que me seduce sin piedad La única mujer En mi principio y mi final Y que yo sé que nada espera Que no me pide que la quiera La única mujer sobre la tierra... Para mí!