La estancia donde me crie lleva por nombre La Rubia
Que a sus cañadas las lluvias inundó más de una vez
Casi una vida pasé en ese lugar que quiero
Los dos vecinos linderos hoy quería homenajearlos
Porque aprendí a respetarlos, cual de los dos más camperos
Domingo López Puestero, de ahí su apodo; Mingacho
Campero desde muchacho, respetado caballero
En labores de soguero era casi un artesano
En el lazo muy baqueano, pialador digo sin duda
Y a la yegua mas morruda lo vi juntarle las manos
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Prolijo para ensillar, aunque chica su tropilla
Bien tusa'o y sin ranilla usaba para montar
Mucho solía cuidar a sus pingos el paisano
Aunque estaba veterano, esto no se me olvidó
Que al caballo que ensilló le daba un morral con granos
Y en la otra estancia de al lado el recuerdo me lo nombra
Había un tal Roberto Sombra que allí estaba de encargado
Siempre por mí admirado, lo vi en manso y redomones
Le vi hazañas a montones en el medio de un potrero
Para mí, lo más campero que he visto en estas regiones
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Cuando del pago azuleño llegó por esta llanura
Trajo un zaino, una pintura que había doma'o con empeño
Era un caballo de ensueño que casi no he visto igual
Qué cosa más colosal, Dios los juntó, me supuse
Tumbaba una vaca al cruce como algo muy natural
Lo vi en el zaino enlazar un toro negro machazo
Pero fue un tiro de lazo, pienso, muy particular
Porque justo fue a saltar el toro pa' otro potrero
Se iba seguro el matrero, sintió que se había escapado
Lo enlazó del otro lado con un tiro muy certero
Allá por mi adolescencia, cubrieron mis travesuras
Y del cielo en su llanura me imagino su presencia
Aún los llevo en mi conciencia, veo un lazo y me los nombra
El campo y su verde alfombra o un redomón al galope
Me habla de Domingo López, me habla de Roberto Sombra