En la vieja casa de mi abuela Me daban la cena, Con sabor a leña de sus dedos. Ella me enseñaba los secretos De la madrugada, Como cosechar dentro del alma. Mi abuela, Me enseñó a volar y a alucinar, Me enseñó a gatear y a caminar Por los senderos de esta vida loca. Mi abuela, Me enseñó a odiar el odio, Me enseñó a nadar mi propio mar De tiburones y delfines, Mi abuela. Bajo el manto de mi abuela Nadie me metía mano, Era saben quien, el intocable. Ella me enseñaba los secretos De la madrugada, Como cosechar hasta esmeraldas. Mi abuela, Me enseñó a aguantar la oscuridad, Me enseñó a soñar Y a perdonar a todo el mundo O a casi a todo el mundo. Mi abuela... Y a perdonar a todo el mundo Hasta a mí mismo, Mi abuela.