A las señales que va dejando,
Al ir pasando, el Maestro,
Les corresponden corazones
Que estén dispuestos, estén atentos
Apasionados, enamorados.
A las palabras que van surgiendo,
Que va diciendo el Maestro.
Les corresponden corazones
Que las resuenen, que las conviden
Con la poesía, con parresía.
Y tú, eres el Don,
Eres regalo que el Señor ha dado,
Tan enamorado, para revelarnos su amor.
Hombre de Dios sigue sembrando,
Con los pies cansados,
Corazón tan libre, tan arrebatado, tu don.
A las pisadas que van quedando
Al ir pasando el Maestro,
Les corresponden corazones centinelas que miren lejos,
Entusiasmados, de sueños inquietos.
A las promesas de estar presente,
En medio nuestro, del Maestro.
Les corresponden corazones abrazadores que reciban
Al que nos viene, tal como viene.
Y tú, eres el Don,
Eres regalo que el Señor ha dado,
Tan enamorado para revelarnos su amor.
Hombre de Dios sigue sembrando,
Con los pies cansados,
Corazón tan libre, tan arrebatado, tu don.
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