Ser esposa de Cristo: Cuanto puedes presentir de amor dado y recibido Confidencia, intimidad y abnegación absoluta Es tener plenos derechos sobre su Corazón. Ser esposa de Cristo: Un cruce ininterrumpido de corazones abiertos Es mirarle día y noche, y sorprender en sus ojos El más mínimo deseo de su Corazón. Ser esposa de Cristo Es tener los ojos en sus Ojos Y el pensamiento obsesionado en Él, Y el corazón apresado, completamente invadido por Él, Y su Corazón fascinado también por ti, débil criatura. Ser esposa de Cristo: Es entrar en su alegría y compartir sus tristezas, No saber ya más que amar y permitir que repose Su cabeza sobre nuestro pobre corazón. Ser esposa de Cristo: Es entregarse como Él, es ser fecunda corredentora, Es Cristo mismo que se hace todo nuestro, mientras nosotras Nos hacemos totalmente suyas en su Amor.