Nunca podrán encontrar en la inmensa aurora la tristeza del azar Nuestra tumba se perdió en las luces claras y aún hay muertos que buscar El invierno traerá triángulos de piedra que nadie va a querer mirar Sobretodo los que van sobre la tierra en caminos de cristal Vi a los pájaros volar hacia la niebla sobre perros sin bozal Encima del bien y el mal y de la ciencia, no recuerdan la ciudad Sobre el fuego se forman perlas en racimos de nieve y sal Todo cambia y se renueva, nada tiene que esperar