Ésta es la historia de un viejecillo que no conocía la ciudad. Toda su vida de agricultor y ahora él ya vió la verdad. Con su humilde ropita'l hombro cogió un carro de esos rojillos. Le dijo: "hombre llevame al pueblo pues no me aguanto más estos pillos". Y el señor con su orgullo destrozado Tonces después salio un vecino afectado Lo que él pasó lo que él vivió en el mercado Su producción con unos precios elevados Se preguntó "¿cómo es posible si ni descanso?" Y'estos de alla que ni les cuesta venden caro Se decidió tomó un caballo y se devolvió A reclamarle a los señores cuello blanco. Tocó las puertas de la asamblea y por supuesto nadie le abrió. Llegó la paca y con su caballo directo al bote se lo llevó. No lo dejaron ni que explicara lo que quería porqué tocaba. Sólo dijeron: "vaya jalando vay'se de nuevo para su casa". Y el señor con su orgullo más destrozado Llamó a su hijo y de consejo le dijo algo Lo que pasó lo que vivió él en la ciudad Quédese aquí nunca se vaya pues mal le va. Se preguntó como es posible que así al descaro Y esos de allá que ni les cuenta vuelan alto Se decidió tomó la pala y se adentró En sus terrenos y viendo el suelo agradeció.