Sono la ráfaga Que abrió mi pecho Un grito de sangre Me ardió la voz Por lo andenes De un viejo barrio Alguien me llama No escuchan su voz Está gritando al cielo Una plegaria Y al mismo tiempo Cayendome al suelo. Que no me arranque El alma Una bala Que se apiade el cielo De nosotros Por hoy. No van a desaparecerme A la sombra de su mentira Me van a recordar para siempre Y hágase la voluntad del pueblo Que si estamos juntos Somos más libres. Que no me arranqué El alma Una bala Que se apiade el cielo De nosotros Por hoy. Sono la ráfaga Que abrió mi pecho Un grito de sangre Por los andenes De un viejo barrio Alguien me llama. Que no me arranque El alma Una bala.