Entre campiñas y sierras, Entre baldíos y cañadas, Se acunó en el campo bravo De esta tierra soberana. La pureza por bandera, Con unas leyes sagradas, Las de los cambios de tranco Con jacos de seria cara. Con los hierros de gitano Que se fundían en las fraguas. Aquí la luna parió, A la mejor de las jacas. Nació la doma vaquera Con los suspiros del alba, Con mantas de Grazalema, Con las conchas moteadas, Con fundas en las perillas Y polainas repujadas. Los marselleses de lana, Las agujetas amarran, Con entresaques de crines Y con orejas peladas, Con cerdas en los mosqueros Para que nada faltara. Con cruces de varias sangres, Con herraduras de plata, En viejas plazas de tientas Con paredes encaladas. La reina de Andalucía, Puntal de esta tierra llana, Crió a la Sagrada Doma, Con un fandango por nana, Con los compases del arte, Con acordes de guitarra, Nació la doma vaquera, Para el orgullo de España.