Contra la corriente voy, Aunque sola no estoy, Busco el bien y la verdad, Para el mundo una espina soy. Pocos valoran el amor, Entregado sin condición, Para nosotros morir, Es para siempre vivir. Mi corazón no pertenece a este mundo, Mis ojos ven más allá del cielo y todo lo que soy lleva la bendición de Dios, que al escogerme Me dio un reino fuera de aquí. Proclamamos sin hablar, La paz y libertad que hay en Él, La alegría de vivir, En la comunión de su amor. Hacemos la paz y están en guerra con nosotros, Somos bienechores y nos ven como enemigos. Nos juzgan locos por entregar nuestra vida Al servicio de Dios, por su propia salvación. Somos lo que somos, Pero para Dios, Somos sus hijos, sus testigos, Nos llama amigos. Nada podrá vencer las obras del amor, Nada podrá apagar El fuego que encendió en los que llamó. Los que vencen las tinieblas en Él Y sal de la tierra, Unidos por el amor Lograremos arrebatar la patria celestial Y muchas almas para el cielo ganar. Mi corazón no pertenece a este mundo, Mis ojos ven más allá del cielo y todo lo que soy lleva la bendición de Dios, que al escogerme Me dio un reino fuera de aquí. Mi nombre pronunció y vida me dio, A ser sus testigos nos llamó. Engendrados por su amor, Somos los elegidos de Dios.