Desperté antes de amanecer y tuve que marchar Al purgatorio de una fila sin fin Quien sabe cuánto llevas tu allí Aguantando la banalidad de ser honrado Y tener que esperar, a que te den un número O quizás un puesto, y por supuesto a callar No nos podrán engañar No nos podrán engañar ¡No! Aquí todos van a lo suyo menos yo, Que voy a lo mío también Hay que quitarle al gato el cascabel Y ya veremos después Y si la bolsa se hunde qué más da, Ellos no la van a pagar, Serán nuestros hijos y nunca sus hijos Los que van a apechugar Con ellos, no hay sueños, nunca dicen la verdad Nos guían, y engañan, ellos son la maldad. Con ellos, ¡No! no hay sueños, nunca dicen la verdad Nos guían, y engañan, ellos son la maldad. No la aprendamos jamás.