Una vez escribí dos nombres en la arena de una playa Y los protegí hasta que el agua los deshizo con cuidado Esperando que el tiempo cumpliera lo que la vida no Me pregunté entonces si el mar escondía los secretos Que el cuerpo protege hasta que no puede más Aquellos nombres no volvieron a juntarse Y hay días en los que pienso que en alguna isla perdida Hay una parte de mi vida que consiguió armarse Tal y cómo yo quería Mientras que en este lado mío Todo resultó ser mucho más salvaje, más hermoso Desde entonces amo el mar Pero también me asusta Amo el mar, porque en él Veo mi cuerpo respirar de otra manera Y la sal me cura las heridas involuntarias Y mece mis nostalgias en preguntas Me abraza del mismo modo Cuando llego enamorada Y le prometo un libro entero de defensa Me asusta el mar porque pierdo el equilibro Y no sé si puedo amar un lugar Que también es huida y tumba de tantas vidas Porque todo lo infinito enfrenta con lo que se termina Y porque el mar es un espejo de todo lo que nunca llegaremos a conocer Amo el mar, porque en él Lanzo todos mis secretos esperando que no vuelvan Pero me asusta el mar, porque no vuelven Y entonces sucede lo peor Los recuerdos se convierten en imaginación Amo el mar porque todo lo que es libre me vuelve animal Pero me asusta saber que existe un lugar Donde todo lo que tengo se puede perder Amo el mar porque en él te duermes sin miedo, envuelta en sal Y a mí me asusta pensar que algo tan hermoso Solo es fruto de la casualidad Del espacio, del tiempo Amo el mar, y también me asusta Porque es el único lugar en el que encuentro la sed Y su remedio A veces miro cómo pelea el mar Por alcanzar una orilla que rechaza Y siento que todas mis preguntas se responden Y entonces lo entiendo todo Frente al mar, una no pregunta, resuelve