Si todavía un día a la semana
Tienes ganas de escalar, trepar a mi ventana,
¿Cómo es la línea que hace de tu vida un melodrama?
¿Por qué respondes cuando no me llaman?
¿Dónde te escondes cuando estoy en llamas?
Vaya... Por cómo brilla es un sol Maya;
Soldados a la orilla de mi playa
Y no es el día de pensar en lo que falla, hablar de lo que hubo,
Caliéntame las nubes que ahora subo.
Si en su voz hay un grano de arroz, me llena el cubo.
No quedan pájaros en Oz, se canceló el desayuno.
Llegaste en un momento inoportuno, ayuno
Como el de tus labios no probé ninguno.
Me decía para, para y ya me parecía
Que asomaba el sol pero no amanecía.
Un farol me dijo que sabías
Más de amor que de pedagogía...
Me quedas tú, me queda el mar, amor.
Me queda volver a empezar.
Es la misma sensación en distinta ciudad,
Cuando te escribo otra canción o me cierran otro bar.
Estoy buscando el color a días grises, negociando bises,
Intentando recordar por qué te quise...
Quizás si me entendiese seríamos felices,
Cuando me quiera querer que me avise.
Hoy todo lo que tengo es el sabor del dolor,
De los recuerdos de otro tiempo en el que todo iba mejor.
Los años pasan y aunque lentos, ya no sé qué quiero,
Ya no sé quién soy; no sé si me quedo o me voy...
Me servirá para conocerme, para conocerte
O para olvidarte, yo que huyo del dolor al arte.
Yo quiero estar como al principio ahora que quieres irte;
Yo cuando te quieres quedar pongo puntos y aparte.
Ya no sé si ha sido mi culpa o sólo es mala suerte,
No sé si esperar al destino o salir a buscarte,
¡me asusta tanto conocerme verdaderamente!
No sé cómo sería yo si estuvieses delante...
Ya tuve bastante.
Son gajes del oficio, nena.
Te faltan caminos, me sobran cadenas.
Hoy hazme sufrir como si me quisieras
O espera en el andén como si te importara...
Sé que suplicar no merece la pena,
Que el tiempo está pasando lo veo en mi cara.
Demasiado normal para esta vida rara,
Demasiado dolor, demasiados problemas.
Ahora que rezar no merece la pena,
Hay pensamientos rotos en mentes con taras.
Guarda esta canción para cuando me duela.
Guarda esta canción para cuando me vaya.
Yo conozco un camino que lleva a tu ombligo,
Está lleno de flores y campos de trigo.
Apareces al final desnuda con tu abrigo,
Me dices que eres tú sólo estando conmigo.
Yo que sólo me callo las cosas que digo,
Te regalo el premio, me quedo el castigo
De quedarme el recuerdo y dejarte el olvido
De todo lo que quiero y lo que nunca he sido.
No estoy enfadado, no estoy deprimido.
No estoy de tu lado, tampoco del mío.
Debo estar helado por culpa del frío,
O algo colocado y por eso me río.
El pan está duro, el pescado vendido.
Se hace complicado que tenga sentido.
No queda silencio para tanto ruido.
Te llevas la pelota y se acaba el partido
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