Me hice hombre una noche de repente Tenia yo 10 años cuando a mi padre le nació la muerte Frente al yerto, cuerpo inerte, pude ver que La existencia es frágil e inclemente El hombre es torpe e inocente Un breve yente en lo perenne Pronto clavé mi duda en Dios Y como si huérfano otra vez, me convertí en mi mentor Así crecí como bestia sin amo Y quien no conoce autoridad se torna tirano El triunfo es una trampa Conquistar lo esperado fue una forma de perder la esperanza Todo perdió sentido en mí Fui mitad quietud, mitad huida Demasiado cobarde para vivir Demasiado cobarde para quitarme la vida Y para salvarme de mí me rendí al amor Pero por miedo a perderme, me abandonó Y no supe volver a besar con los ojos cerrados Amargo argot del traicionado Y perdón si suena nimio Pero esa abeja me recuerda a mí Cuando de labio en labio busqué alivio Del mismo modo solitaria yerra ella ebria de miel Con grácil delirio, de lirio en lirio Pero un hombre solo no puede salvarse La conciencia es una sombra intentando alumbrarse "¿Ahora qué busco?" - pensé - "¿Ahora qué hago?" Cesar en toda búsqueda, he allí el hallazgo Yo que buscaba el sentido de vivir Descubrí que el sentido no es, si no, la vida en sí Si, abrázalo todo, hará que te eleves Lo que nos colma, nos hace más leves Si la verdad se esconde ahora sé donde Esta en el amor, en un amor no forme Vencida mi superstición, nació una religión sin Dios Hoy tengo fe en el hombre Y en ese lazo alcanzo paz, y es cuando espanto el llanto Y quisiera entrar en la muerte así Como ese pájaro que vi esta tarde Esconderse entre las ramas de un enebro Y que allí desapareció para ser solo canto