Sé que no es verdad No ha sido opio tu voz, Mueren en tu amor La lucha de clases, Señor, Pero tú no estás entre los que tienen el poder y La voz para decidir Qué compraré, qué valores tendré, Si será la tierra de los que trabajan. Tus ojos están En sonrisas de niños, en ricos sin pan, En los perseguidos por gritar tu verdad, En los pobres de espíritu Que dan sin mirar. Muchos quieren ahogar tu canto hoy, Propaganda de miel para fabricar Ídolos de papel y aplausos de un día. Aquí estamos ya De tu pan quisiéramos dar, Muéstranos, Señor, La manera de comenzar, Y es cuando tú vas predicando en las villas Sepultando el fusil, sembrando esperanza. Es hora de dar un grito que calle A los que quieren ver tu cruz endulzada. Tus ojos están En sonrisas de niños, en ricos sin pan, En los perseguidos por gritar tu verdad, En los pobres de espíritu Que dan sin mirar.