Que agradable es mirarte en el santuario Y que dulce es tú voz Cuando cayo mi interior Contemplarte y habitar En tu presencia Tú me miras y te miro nada más Yo te habló de las cosas que conoces que hay en mi Tú me hablas de aquellas otras que al morir hiciste por mi Yo cayo, tu hablas, yo rio, tú también Mientras una fuerza inmensa se apoderan de mi ser En el santuario allí estás tú Y puedo mirar tu luz Un olor a tí refresca todo el templo y el azul Convierte muchas nubes grises de mi alma Brotan lágrimas que empañan, mi mirada Y un dulce consuelo encuentro en tus palabras (palabras) En el santuario allí estás tú Y puedo mirar tu luz Un olor a tí refresca todo el templo y el azul Convierte muchas nubes grises de mi alma Brotan lágrimas que empañan mi mirada Y un dulce consuelo encuentro en tus palabras Al hablarme de tu amor, de tu amor