Al alba desperté ante una silueta Tan bella, su mirada sonreía Al calor de mi sangre, me volvía De sus divinos ojos prisionera Tus besos fueron esa melodía Que a todo este cuerpo armonizó Pero al marcharte, dejas solo heridas Es música que muere en mi interior La muerte cortó el hilo tan preciado Las telas anunciaban mi castigo El viento susurraba, cual testigo El último suspiro de mi amado Ay, la Noche negra Ay, la Noche bella Ay, la Noche eterna Ay, Noche, que vuelva Besar al alma y tocar la vida Extraño vicio que aprendí de ti Qué gran vacío quedó tras tu partida Destino cruel, que te arrancó de mí Tejiendo con mis hilos la agonía Henchidas las agujas de dolor Tejiendo conocí la fantasía Del dulce néctar que llaman amor Ay, la Noche negra Ay, la Noche bella Ay, la Noche eterna Ay, Noche, que vuelva Ay, Noche, Noche que vuelva