Quiero echarles un corrido De un hombre libre y sin dueño. De la Ribera, un bandido Buscado en el mundo entero. Decía lo que sentía, Su nombre don Luzio Urtubia. Su suerte fue nacer pobre Y no guardarle respeto A todo lo establecido Por los jueces y el gobierno, La iglesia y las propiedades, Madre de todos sus males. En la muga de Luzaide, Contrabando y estraperlo Fue el comienzo de la baina De un hombre que fue sincero. Alma revolucionaria Que anda mostrando la hilacha "No hay más ladrón Que los bancos protegidos Por las leyes de un estado Que deja al pueblo vendido. El pecho me partan por el pobre, Que horitita me txingo la madre del rico." Burlando cheques de viaje Quiso romper los Estados. Todos querían sus planchas. Era el ladrón más buscado, El que falseó pasaportes De Cádiz al Mar del Norte. Corazón de libertario Que sufrió de la injusticia. Dio la mano al refugiado Y a la gente perseguida. No merece su respeto Quien se compra con dinero. Contra el poder del sistema, Subvencionando milicias. Sufrió el golpe de la ley, Pero no hay causas perdidas. Si nacen del corazón Esto es la revolución