Una pestaña arrastrada por el agua de una lágrima
Condenada al olvido porque no pasas de página
En un baño solitario, con un test de embarazo
Ya se te hace notorio, necesitas un abrazo.
Que tu media naranja no es la que te exprime
No me digas que estas bien si se te ha corrido el rímel,
Y tienes que cambiar esta vida tan chapper,
Y no tienes porqué, estar abrazada al váter
Tienes que romper las cadenas que te atan,
Que te sientes encerrada, tus ojos te delatan,
Y escucha a tus amigas, que no les das igual
Y aspira a algo mejor que libertad condicional.
Que aún puedes lograr todo lo que imagines,
Secate las lágrimas que yo te dejo el clínex,
Aunque creas que lo quieres, no lo necesitas,
Tu cara está más triste desde la primera cita,
No puedes resignarte, las cosas como son
Si tus tímidas mejillas resaltan un moretón,
No des tu corazón, porque no esta a su alcance
Tu vida es un pulmón y la suya es el cáncer.
Desliza suavemente una gota en tu mejilla,
Tú vales más que eso, no llores chiquilla
Te quiere solo aveces y eso no es querer,
Él no te merece, no llores mujer
Sí, quitate la venda que recubre esa mirada,
Y borra de tu cuerpo esos golpes de piel morada
Que la vida son dos días le dije a un hombre en el ático,
Y el que maltrata ataca y se convierte en un lunático,
Tal vez, vivir soñando sea al revés
Que vives en tu pesadilla y sueñas con estar de pie,
Pero, levanta del suelo que aún te queda dignidad,
Las lágrimas del pañuelo demuestran la realidad,
Tienes miedo y yo lo sé, porque el no te conquistó,
Te mostró un mundo de rosas y la flor se marchitó,
Que en la vida hay mil espinas que nos quedan por clavar,
Tu tragaste suficiente, toca volver a empezar,
Demostrar que eres más fuerte que ese holgazán,
Hacer ver que no todo lo malo siempre acaba mal,
Levantar del retrete, arremete contra él, dile vete
Que le rete a alguien de su tamaño a ver quién se somete,
Y su juguete no volverás a ser tú,
Su futuro en el infierno lo llevará Belcebú
Y tú en tu mundo, denuevo volverás a ser feliz,
Ya no volverá, tan solo, el recuerdo, una cicatriz
Que el orgullo de estar sola no te inunde la cabeza,
Piensa en la tristeza, princesa
¿Dónde está?
Se marchó con el hijo de put que te hizo llorar
(Se marcó con el hijo de put que te hizo llorar).
Esta no es mi historia, pero me da igual y la relato,
Sólo quiero remarcar que aún existe el maltrato,
Y que la gente como ella no tiene que temer nada.
Después de la tormenta.
Siempre llega la calma.