No aconsejes a nadie que no te lo haya pedido, Ni acorrales a un cobarde ni a un león herido. No creas que lo evidente siempre es la verdad. Ni dinamites un puente que un día debas cruzar. Si todo va muy bien seguro va a pasar algo malo. Y a veces no se rompe el hilo por lo más delgado. Nunca abras el paraguas antes que empiece a llover. Ni regales un libro a quien no sabe leer. No desees que se mueran tus enemigos, Es mejor que estén vivos para verte triunfar. La conciencia vale más que mil testigos. Nunca lastimes a quien después no puedas matar. Roberto, a veces lo que dice el alma puede estar en lo cierto. Roberto, no te quejes de las voces que solo quieren darte un consejo. Roberto, el día que no escuches esas voces es que vas a estar muerto En este entorno en donde todo lo rige el soborno O estas en la cocina o estas en el horno Nunca toques la puerta si todo esta bien Nunca dudes y dejes pasar el tren No festejes... Miercoles si aun es Martes Y aprenderé... hay en todas partes Es que a veces nada es lo que parece, Porque todos presumen de lo que carecen Nunca duermas con quien tenga un puñal tatuado Nunca hables de la cuerda en la casa del ahorcado Nunca escupas para arriba ni contra el viento Nunca te mojes por alguien que siempre esta seco Roberto, a veces lo que dice el alma puede estar en lo cierto. Roberto, no te quejes de las voces que solo quieren darte un consejo. Roberto, el día que no escuches esas voces es que vas a estar muerto No sientas miedo en el desconcierto, Un mar en calma nunca hizo un marinero experto Y por cierto, es mejor que tus flaquezas asimiles, Aquiles solo por su talón es aquiles No te tires a ombudsman, nunca afiles tu bumeran, No te creas un doberman que se cree superman, Y no prometas en vano Ni compares nada con un trago en la mano Nunca hagas el bien sin mirar a quien, No te aferres a algo que ya no es Nunca sugieras a nadie como debe proceder Nunca digas a nadie lo que debe hacer Roberto, a veces lo que dice el alma puede estar en lo cierto. Roberto, no te quejes de las voces que solo quieren darte un consejo. Roberto, el día que no escuches esas voces es que vas a estar muerto