La casa de siempre Tiene sombras viviendo entre las paredes. Baldosas memoriosas Sostuvieron la alegría de tanta gente. Y hoy sólo la rozan unos pasos perdidos, Extrañan aquel sonido de la felicidad. Huésped insolente Quiso hacerse dueño de la morada. Maquiavelo ajusticia: El fin justifica el medio dicen las sombras. Y al calor de la fogata bailan los rituales perdidos De tardes de domingo y de trasnochar. Ey!, vos que me buscabas. Busca en la oscuridad, hay una sombra más. Hay una sombra más. La casa de siempre Alberga entre sus paredes sombras vivientes. Guardianes clandestinos Protegen a mi pasado de mi destino. Inmortal me siento y no temo a otra vela prendida, A otra bala perdida que me va a encontrar Andando en el camino, gastado pero vivo. Vivo, vivo, vivo, vivo de verdad.