Érase una vez y otra un animal salvaje, Nacido en un día sin fecha, libre de país. Libre como una mirada en el firmamento, Libre como un loco, libre como una canción; Creció rebelde en un mundo que no entendía, Anduvo un tiempo en el monte sembrando fe, Bajó pa bailarse un tango con la utopía Y acabó dándole gusto al caldo de esta olla exprés. Carne de carné, carne de carné, carne de carné... Sabía que era un muerto de vacaciones, Un muerto que no tenía ni donde caerse muerto; Tal vez por eso seguía viviendo, Tal vez por eso vivía de pie. Y asumió su pequeño papel, Se durmió en un sueño; Enfermo de cordura Hipotecó sus alas y ahora es lo que es. Carne de carné, carne de carné, carne de carné... Sabía que era un muerto de vacaciones, Un muerto que no tenía ni donde caerse muerto; Tal vez por eso seguía viviendo, Tal vez por eso vivía de pie.