Sigo hablándole a muros, el viento no sopla con fuerza, La calle se ve infinita, la noche me mira friolenta... No es que quiera ser menos o mas, solo quiero ser, Se refleja en las pozas la verdad, del anochecer... Mientras el humo recorre mis dedos, la velas se vuelven A apagar... Veneno en la copa de oro, vividos con vidas contentas, Se burlan de mis decisiones, se ríen de mis respuestas...