Encontré la recompensa Al decidirme a buscar. Vuelvo a dejarme quieto, Disponerme a disfrutar. El viejo se mece, la mecedora envejece. El tiempo viaja a toda velocidad, Sobre rutas de almohadones Y caminos de plumas. El viejo de mece, la mecedora envejece. Los días como escamas. La semana una larga espina. El mes es un pez. El año es una inmensa red. El viejo se mece, la mecedora envejece. Entre las pestañas, el fuego. Herrumbre entre los dedos, la piel bordó. Aislado el vaivén es su escudo. Y me protege como un espejo a donde voy.