Sally pasaba frente a mi puerta, Siempre usaba ropa negra; Ojos oscuros, dientes muy blancos, Son preciosamente largos. Y no me dejó saludarla, Tan solo me besó; Pero después, El cuello fuertemente me mordió. No volví a verla. Pues ahora me encuentro fatal, Me siento débil y no puedo andar. Se ha quedado con mi sangre, Aunque yo nunca he sido donante. La luz se apagó y ella me besó, Dime qué he hecho yo. Me mordió y desapareció, Sin sangre me dejó.